BIENNALE DI VENEZIA
COME-IN
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The Come-In project offers a new experience that sets in parallel and joint dialogue with the Spanish Pavilion in the Biennale di Venezia 2018. It’s a project with a timely character, a fade-out and re-becoming, a costant change that suits the curatorial backbone of this edition.
Taking on account a characteristic element of the spanish culture, and in contrast to the solid, heavy material imposed by the brick and mortar building as a massive, heavy, academic institution, we offer an alternative exit to the pavilion through the project. This seeks a fluent dialogue with todays view of “becoming” an architect. All visitants to the pavilion will have to go through this installation.
The project proposes joining the individual and collective experience of evolution through learning and development in a symbolic gesture of corssing several hashtags, previously chosen by the curatorial team. Is an exercise of connection with our own growth, as individuals and as part of a culture.
It consists of a way out of the pavilion along its side through several words distributed along the time of the walkthrough, that that dialogue conceptually and visually with the curatorial proposal both phisical and virtual. It takes shape in a set of metallic curtains that dissolve and go back to their place with the passing of visitants. Each step through the courtains is a step through tipography, word and concept as the backbone of cultural transmission.
These vertical stripe courtains are a characteristic element of the spanish rural landscape, used traditionally on ways to indoor spaces. They fade the limit between private and public space. The project proposes an intermediate space between indoors and outdoors of the pavilion, dominated by word, experence and interactivity through the way out.
The words are written direclty on the curtains, being clearly readable when still and fading out as visitors move through them. We set the individual, linear, ordered experience in contrast with a group, ephemeral one as a reference to a constant evolution.
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Ana Matos+Antonio Samaniego
El proyecto Come-In plantea una nueva experiencia que dialoga paralela y conjuntamente al pabellón de España en la Bienal de Venecia de 2018. Es un proyecto con unas características temporales, un desvanecimiento y una “vuelta a ser”, un cambio constante que acompaña al discurso curatorial de esta edición.
Teniendo en cuenta un elemento de la cultura española, y en contraposición a la rotundidad material que el propio pabellón de ladrillo impone en el lugar como si de una formación académica y decimonónica se tratase, planteamos una salida alternativa al conjunto a través del proyecto, que busca un diálogo fluido con la visión actual del “llegar a ser” de un arquitecto. Esta instalación será de paso necesario para todos los visitantes del pabellón.
La propuesta propone aunar la educación individual y la experiencia colectiva de evolución a través del aprendizaje, en un gesto simbólico, cruzando diversos hashtags propuestos previamente por el equipo curatorial. Es un ejercicio de conexión con nuestro propio crecimiento, como individuos y como masa cultural.
Consiste en un recorrido de salida del pabellón por el espacio lateral que se plantea a través de una serie de hashtags, frases y palabras superpuestas en el tiempo del recorrido, que dialogan gráfica y conceptualmente con la propuesta curatorial tanto del pabellón virtual como del pabellón físico; se formaliza con unas cortinas que se dibujan y desdibujan con paso de la gente, mutando unas en las otras. Cada paso que atraviesa el visitante es un paso a través de la tipografía, la palabra y el concepto como espina dorsal de la transmisión de cultura.
La cortina de tiras verticales que se emplea es un elemento característico del folclore español que se pone en el acceso a muchas estancias interiores de la península, convirtiendo una puerta en un espacio de contacto mucho más fluido entre espacio público y espacio privado, invitando al acceso. Se plantea un espacio intermedio entre el interior y el exterior del pabellón dominado por la palabra, la experiencia y la interactuación a través de el recorrido.
Las palabras se localizan directamente en el elemento cortina quedando perfectamente legible en su estado de reposo y desdibujándose al paso de la gente. Ponemos en contraposición la experiencia individual, lineal y ordenada de acceso al espacio interior frente a la experiencia grupal y efímera como guiño hacia un cambio y una evolución constantes.